29 de septiembre, Día Nacional del Maíz

Por: J. Luis Seefoó Luján*

Maíz trans

En varios sentidos, el maíz es trans formable y transformador: primero, por sus cualidades biológicas,  una planta de maíz se fecunda a sí misma y al igual que lo hace con sus maíces vecinos; a la vez, desde otras plantas, se “transporta” el polen y es fecundado. Desde la espiga (masculina) “vuela” o es llevado por la abejas y otros insectos a otras plantas de maíz y, del mismo ejemplar, cae el polen al punto donde “nace la muñeca”. Dicho de un modo más escolar: “La inflorescencia femenina o mazorca crece a partir de las yemas apicales en las axilas de las hojas y la inflorescencia masculina o panoja se desarrolla en el punto de crecimiento apical en el extremo superior de la planta” (SIAP.Gob, acceso 14-09-23).

Expresado de modo bonito y misterioso: “Las espigas están formadas por dos glumelas, estambre y un pistón rudimentario. Cada una de estas espigas tiene dos flores facultadas para la reproducción, las cuales poseen tres productoras de polen cada una. Cuando se libera el polen se realiza la polinización, tras lo cual comienzan a aparecer los estigmas o cabellos de la mazorca. Las flores masculinas que están en la espiga al fecundar a las inflorescencias femeninas forman la mazorca, fruto que nace de los nudos medios de la planta (México Desconocido, acceso 14-09-23).

De un modo impropio e irrespetuoso diría que el maíz “es como Gabino Barrera”: se insemina a sí mismo, insemina a otros y éstos a él; o sea: le da gusto a cualquiera.…

Este grano es (trans) formador de nuestra cultura; en la cocina se mira en infinidad de formas: elote, tortilla, taco (suave y duro), tostada, totopo, tlayuda, sope, enchilada, gorditas, pozole, elopozole, tamal, uchepo, atole, tejuino, pinole, etc. Ocupa un lugar central en la alimentación de los mexicanos.

La planta completa, tallo (caña), hojas y mazorca, molidos o enteros, constituyen la alimentación por excelencia de vacas, marranos y caballos.

Es transformado en la industria: alimenticia (harina tortillas y  atoles), endulzantes (alta fructuosa), aceite para cocinar; margarinas y mayonesas; etc. un insumo básico en la elaboración de (bio) combustibles y cosméticos.

Además, México goza del privilegio de ser uno de los centros de origen de este singular grano.

29 de septiembre día de San Miguel y  del Maíz

Dada su elevada densidad  socio-cultural y económica, desde 2019, el Senado de la República aprobó por 112 votos  que el 29 de septiembre  fuese declarado como el Día Nacional del Maíz (Senado, 24 septiembre de 2019).

Así, por todo lo que esta planta representa, empezando por ser el pilar de la alimentación mexicana y una manifestación cultural de origen ancestral,  llevaremos a cabo una sesión académica conmemorativa del maíz el 29 de septiembre de 2023 -10 a 15 horas- en el salón “Cayetano Reyes” de El Colegio de Michoacán ubicado en Av. Martínez de Navarrete 505, Fracc. Las Fuentes, Zamora, Michoacán

El programa se compone de una sesión  agro-biológica en la que participarán (de modo virtual) dos expertos en genética: el Dr. Arahón Hernández, del Colegio de Posgraduados COLPOS – Puebla  expone Antecedentes, cualidades y perspectivas del maíz raza Jala; enseguida, el Dr. Bulmaro Coutiño Estrada, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP, Chiapas), platicará acerca de sus investigaciones bajo el título Clasificación racial de 700 variedades criollas de maíz colectadas en Chiapas.

Pasado el medio día, en el segundo momento de este homenaje se abordarán aspectos socioculturales del maicito como son las variedades de maíz de Michoacán, los gustos, problemas político-comerciales y la promoción (en esta región y en Chiapas) de los granos nativos.

Desde las doce y minutos hasta las 15 horas tendremos a los siguientes expositores y temas: Francisco Javier Verduzco Miramón (Tec de Zamora), Maíces nativos de dos comunidades indígenas de Michoacán; Lucie Crespo Stupková  y J. Luis Seefoó Luján (Colmich), Coyuntura comercial y política  del maíz; Nicola María Keilbach Baer (Colmich), Contradicciones en la  restricción del maíz transgénico y glifosato; el cierre con los doctores Juan Carlos Caballero Salinas (UAAAN, Chiapas) y Hugo A. Pizaña Vidal (UNACH, San Cristóbal Las Casas), jóvenes valores que narrarán, de manera virtual, su proyecto  Nativo de los Valles Centrales de Chiapas.

Con las espigas a medio desarrollar en los cultivos temporaleros de Tangamandapio en el contexto de lluvia irregular y escasa donde Tláloc inunda unas localidades y deja seco al maíz, en una circunstancia de guerra Rusia-Ucrania (maiceros) y de conflicto en el sur por decisiones argentinas que elevan los costos de peaje en la hidro vía Paraná-Uruguay, los consumidores de maíz, ¡nosotros! debemos preocuparnos y ocuparnos.

La escasa precipitación desde el cielo michoacano, las presiones de Estados Unidos, la dudosa política nacional y los “tambores de guerra aduanera” de Argentina con sus hermanos de Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, son malos augurios para las tortillas y los forrajes de cochinitos, gallinas y vacas.

*J.Luis Seefoó Luján, es colaborador de Zamora Despierta. Doctor en Desarrollo Regional por la UdeG y profesor investigador del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán. seefoo@colmich. edu.mx. El contenido de este artículo es responsabilidad de su autor/a.

¿Alteraciones micro celulares en población expuesta a plaguicidas agrícolas? 

J. Luis Seefoó Luján*

Los plaguicidas son componentes sustanciales de la agricultura industrial, omnipresentes tanto en el tradicional ecuaro de maíz como en la más sofisticada huerta de aguacate o fresa. Se aplican en el  control de la mancha del sol en aguacate (Avocado Sunblotch, ASBVd), del dragón amarillo (Huanglongbing, HLB) en los cítricos, el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) en el maíz, y en todos los cultivos. Estos biocidas se usan en la preparación del suelo (Carbofuran, Metam Sodio), la “cura” de semilla  (Tiofanato metilico; ácido sulfúrico), el desarrollo de las plantas y/o en la  protección de los granos, frutas, flores y hortalizas en las bodegas y en todos los mercados.   

La exposición laboral directa que experimentan los trabajadores agrícolas se extiende en el espacio y el tiempo por el acarreo de partículas a través del aire pues viven –generalmente- en la proximidad de las parcelas- en viviendas sin protección y son usuarios –consumidores de agua tratada con Temefos (organofosforado, anti larvas de Aedes Aegypti) aplicado en los contenedores del líquido vital; duermen semi intoxicados con Piretroides, Piretrinas, Aletrinas, Butilhidroxitolueno, Butóxido de piperonilo de uso común como repelentes de mosquitos y usan otros compuestos para controlar ácaros y roedores (Azufre, Fosfuro de zinc metílico, Warfarina); asean el pelo con jabón que contiene Lindano (estuvo en el cuadro básico del ISSSTE) para combatir piojos (Pediculus humanus capitis); tal vez adquieran Paratión (“polvo para los chochos”) en una tienda de abarrotes para controlar cucarachas y hormigas porque  el precio de MaxForte (Imidacloprid 30 gr, 2.15%) lo aleja  de las familias de bajos recursos económicos. 

Si bien, los plaguicidas son sustancias que nos acompañan en la cocina, recámara, hospitales, autobuses y parcelas, es posible que su volumen y frecuencia de aplicación son , los mayores en la agricultura. El deterioro en las redes tróficas cuya interconexión -mediante relaciones de alimentación- propicia el descontrol de “enemigos naturales” de organismos plaga y contribuye a la bioacumulación de metabolitos con consecuencias lamentables para otros seres vivos, incluyendo a los seres humanos.   

Entre los efectos más conocidos de los plaguicidas en la salud humana identificamos las intoxicaciones agudas (dolor de cabeza, náuseas, insuficiencia respiratoria), los efectos crónicos (cáncer, disminución de la cantidad basal de espermatozoides), alteraciones metabólicas y probable inducción a diabetes mellitus. De igual modo se han documentado alteraciones ambientales (conversión de organismos en plagas), disminución de aves e impactos en los polinizadores. 

Por fortuna la investigación continúa, se ensayan sustancias y mecanismos para no depender sólo de los plaguicidas químicos aunque también crece la presión de la gran industria transnacional que ofrece estos insumos como un mal necesario. Hoy día, la combinación de medidas prácticas, plaguicidas químicos y sustancias derivadas de elementos bióticos, constituyen un “cuadro integral” para controlar la neopestalotiopsis en fresas. 

El lunes 24 de abril, en coordinación con el Comité del Sistema Producto Fresa,  vamos a presentar un libro que trata de posibles efectos en la salud humana y tiene como foco de atención a trabajadores y productores agrícolas de Cojumatlán de Regules. El punto central son las alteraciones de los micro núcleos de las células y la conveniencia de modificar los niveles de exposición y cambiar los hábitos alimentos así como eliminar agentes coadyuvantes como el tabaco y el alcohol. 

Si bien no es posible probar la conexión causal directa y única de los plaguicidas en la incidencia de cáncer, hay sospechas fundadas de ese vínculo. Y los estudios de alteraciones de los micro núcleos de las células aportan elementos para sustentar acciones preventivas, sobre todo en personas expuestas laboral y ambientalmente. 

El  libro en mención es Plaguicidas y Salud en Cojumatlán de Régules, Michoacán editado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM- Instituto de Ciencias de la Atmósfera) y fue  coordinado por las doctoras Antonieta Ochoa Ocaña y Sandra Gómez Arroyo. En especial se hará énfasis en las Alteraciones micro celulares en población expuesta a plaguicidas agrícolas.

Acompáñenos a la presentación del libro este lunes 24 de abril en El Colegio de Michoacán, de  10:00 a 12:00 horas, en el salón “C” de usos múltiples.

Se ofrece copia gratuita del libro electrónico que pueden solicitar en esta dirección: seefoo@colmich.edu.mx

*J.Luis Seefoó Luján, es colaborador de Zamora Despierta. Doctor en Desarrollo Regional por la UdeG y profesor investigador del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán. seefoo@colmich. edu.mx. El contenido de este artículo es responsabilidad de su autor/a.

“Cara social y ambiental” de los plaguicidas agrícolas

Los plaguicidas dañan la salud de los campesinos, pero también de los consumidores

Por: J. Luis Seefoó Luján *

¿Qué son, en qué se usan los plaguicidas? 

Los plaguicidas son componentes sustanciales de la agricultura industrial, omnipresentes tanto en el tradicional ecuaro de maíz como en la más sofisticada huerta de aguacate, naranja o fresa. Sea que se trate de controlar la mancha del sol en aguacate (Avocado Sunblotch, ASBVd), el dragón amarillo (Huanglongbing, HLB) en los cítricos, el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), en el maíz, estos biocidas se aplican en la preparación del suelo (Carbofuran, Metam Sodio), la “cura” de semilla  (Tiofanato metilico; ácido sulfúrico), el desarrollo de las plantas y/o en la  protección de los granos, frutas, flores y hortalizas en bodega.  

La exposición laboral directa que experimentan los trabajadores agrícolas se extiende en el espacio y el tiempo por el acarreo de partículas a través del aire pues viven –generalmente- en la proximidad de las parcelas- en viviendas sin protección y son usuarios –consumidores de agua tratada con Temefos (organofosforado, anti larvas de Aedes Aegypti) aplicado en los contenedores del líquido vital; duermen semi intoxicados con Piretroides, Piretrinas, Aletrinas, Butilhidroxitolueno, Butóxido de piperonilo de uso común como repelentes de mosquitos y usan otros compuestos para controlar ácaros y roedores (Azufre, Fosfuro de zinc metílico, Warfarina).  

Si bien, los plaguicidas son sustancias que nos acompañan en la cocina, recámara y parcelas, es posible que por su volumen y frecuencia de aplicación, los mayores y más graves problemas ambientales, ocurran en la agricultura. El deterioro en las redes tróficas cuya interconexión -mediante relaciones de alimentación- propicia el descontrol de “enemigos naturales” de organismos plaga y contribuye a la bioacumulación de metabolitos con consecuencias lamentables para otros seres vivos, incluyendo a los seres humanos.  

El monocultivo industrial (38.7 millones de hectáreas de soya en Argentina; 805, 683 hectáreas de caña, México, 2021-2022), los cultivos de contra estación (México, mango en octubre), los vínculos mundiales (uva de Chile a México; manzana de Nueva Zelanda  a EUA), el uso de sustancias químicas para acrecentar el tamaño o  brillo de un fruto (ácido giberélico, uva, campos Miguel Alemán, Hermosillo); la importación de planta madre de fresa  desde California y Florida, sin calidad certificada, son factores de estimulan el uso de plaguicidas requeridos por semillas mejoradas in vitro; material genético que no han experimentado la acción de virus, insectos ni presiones ambientales y necesitan “antibióticos a pasto” para sobrevivir.  

Regionalmente se describen secuencias de impactos relevantes de plagas y plaguicidas: el ingreso a México -desde Texas- del pulgón amarillo del sorgo (Melanaphis sacchari) y su combate con neonocotinoides (Imidacloprid, Clotianidina,Thiamethozan) con daños en las abejas; paratrioza y la erradicación del cultivo de papa en Zamora por más de treinta años; la Neopestalotiopsis como agente que daña a la fresa y cuyo control coloca al cultivo en alto riesgo; y el virus rugoso del tomate (TBRFV, Israel 2016; Arabia Saudita, 2016) que podría devastar las siembras de jitomate en Yurécuaro y en todo el país.  

Entre los efectos más conocidos de los plaguicidas en la salud humana identificamos las intoxicaciones agudas, los efectos crónicos (cáncer, disminución de la cantidad basal de espermatozoides), alteraciones metabólicas y probable inducción a diabetes mellitus y disrupción endocrina, pero la investigación continúa y también la presión de la gran industria transnacional que argumenta que los plaguicidas son necesarios.  

Nuestra sesión trimestral de noviembre convoca  pensar: si la alarma por las consecuencias reales y probables a la salud y al medio ambiente, ¿Deriva de consumidores urbanos de cierto nivel de información que está fuera de la realidad de la inmensa mayoría de la población? 

Pero, ¿hay alternativas? 

De igual modo, dada la expansión de los cultivos para abastecer a las grandes ciudades de alimentos (trigo, arroz y maíz), es inevitable cuestionar: ¿Es viable cultivar sin plaguicidas y sin fertilizantes? Y, en la preocupación por los espacios locales, ¿Los suelos y agua de Huiramba, Tingambato están condenados a sustituir los ambientes zamoranos súper explotados en este último medio siglo fresero? Algo muy difícil de resolver: ¿es una conducta ética que los consumidores urbanos y las empresas que se benefician con la generación, formulación y distribución de plaguicidas transfieran los riesgos a los jornaleros agrícolas? ¿Hay alternativas a los biocidas químicos asperjados en el cultivo de cebolla en Cojumatlán?  

*J.Luis Seefoó Luján, es colaborador de Zamora Despierta. Doctor en Desarrollo Regional por la UdeG y profesor investigador del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán. seefoo@colmich. edu.mx. El contenido de este artículo es responsabilidad de su autor/a.

De Camécuaro al Lago Ventura 

Manifestación pacífica afuera del Lago de Camécuaro

Omisiones y transgresiones 

Por: J. Luis Seefoó Luján *

Las autoridades, de todos los niveles y los funcionarios de las más diversas dependencias, actúan de modo omiso ejecutan acciones poco transparentes o, de plano, cometen ilícitos en materia de desarrollo urbano, construcción, manejo del agua y medio ambiente. Eso es “tan normal” que los ciudadanos ya casi nos acostumbramos.             

Diríamos, retomando a  Trevor Stack, que hay zonas grises de legalidad – ilegalidad en los actos gubernamentales y privados que hacen muy similares  los negocios de la construcción, transporte, comercio con el  narcotráfico. En unos y otros se observan acciones apoyadas en “soportes medianamente legales” que aprovechan vacíos de legalidad y omisiones sistemáticas de la autoridad. 

Estas omisiones y transgresiones, en sentido estricto, son delitos de cuello blanco que llevan a cabo  las  personas bajo la cobertura de una razón social detrás de la cual hay hombres y mujeres de “carne y hueso” que se benefician de terrenos, concesiones comerciales, uso de información privilegiada y cambios de uso del suelo, entre otras modalidades de usufructo y/o reapropiación de bienes. 

Esta entrega comenta ciertos paralelismos entre dos procesos distintos: uno es  la tala y sustitución  de árboles, nuevas construcciones y probables efectos en el uso del espacio por comerciantes en el área natural protegida de Camécuaro; otro es la construcción de un gran estacionamiento subterráneo, oficinas del obispo y sanitarios, obra conocida popularmente como Lago Ventura. 

1. CAMÉCUARO Y EL USO INCORRECTO  DE LA POLICÍA 

El jueves 8 de septiembre de 2022, elementos de la  Policía Michoacán portando en su uniforme el logo “Guardia Civil” gasearon a dos mujeres, arrastraron a una de ellas y detuvieron a Juan Manuel Medina, en la entrada del Lago de Camécuaro, en el contexto de una manifestación ciudadana contra las obras se llevan a cabo en ese parque nacional (DOF, Lázaro Cárdenas, decreto  8 de marzo de 1941). 

De modo eufemístico, llamo “uso incorrecto”  a la represión aplicada por la Policía Michoacán porque su función es proteger las garantías constitucionales de las personas, no golpearlas, ni privarlas de su libertad. El gobierno, a través de sus empleados y funcionarios tiene el deber de ser garante de esos derechos como son la manifestación, la libre expresión y tránsito, aún en el supuesto de que no tuvieran razón. 

Tal manifestación, en voz de Juan Manuel Medina, detenido y luego liberado, fue motivada  porque el gobierno municipal y el patronato que administra el Lago de Camécuaro, no han dado respuesta satisfactoria a sus peticiones que son: conocer el manifiesto de impacto ambiental y los permisos para demoler árboles y sustituirlos por otros, ecológicamente adecuados, así como las licencias para edificar nuevas obras. 

Los manifestantes expresan su inconformidad porque el argumento de la autoridad municipal sí identifica a 10 árboles enfermos y los  derriba pero la tala no se detiene ahí: la sierra Husquarna arremete contra 100 árboles llamados invasores (casuarinas, eucaliptos) y 47 endémicos, éstos últimos ubicados en una zona de nueva construcción. 

El gobierno municipal alega haber llevado a cabo una conferencia de prensa hace meses y que la falta de información no ha sido su responsabilidad.  

El secretario del ayuntamiento, la mañana de la manifestación – aprehensión, convocó a una mesa de diálogo a  las 14:00 horas del martes 13 de septiembre en la Casa de la Cultura “Rubén C. Navarro” de Tangancícuaro. 

El fin de semana, viernes 9 de septiembre, a través de medios digitales se comunicó que la Procuraduría Federal (PROFEPA) y la Procuraduría del Medio Ambiente en Michoacán (PROAM) habían suspendido los trabajos en el Lago de Camécuaro porque “sólo habían autorizado la sustitución de árboles y no otras obras”.  Y (también) convocaban a una mesa de diálogo para el martes 20.  

Eucalipto: de benefactor a villano 

La duda (y es la autoridad quien debe aclararla con asesoría de académicos) comprende varios puntos: 1) Reconociendo que las casuarinas (casuarina equisetifolia L) y los eucaliptos (Eucalyptus globulus) son especies no endémicas o “no nativas”,  ¿Deben ser sustituidos porque la causuarina (“Pinito”) procede de Australia, Malasia y Polinesia  y porque el eucalipto (“Gigante”) fue traído de Australia y Tasmania? 

Es de esperarse que el gobierno municipal y el patronato del lago, basados en estudios de la flora, tengan sus razones para el derribo y sustitución. Y el “corazón del argumento” no es una suerte de xenofobia arborea. De ser así nos quedaríamos sin muchos vegetales porque proceden de Asia, Africa y Oceanía: limón (india, China), mango (China, India y Myanmar), tamarindo (Sudán, Africa Tropical), Tabachín (Madagascar, Africa), caña de azúcar (Asia), plátano (Islas Salomón, Nepal) , trigo (valle del Eufrates y Tigris, Medio Oriente), manzana (sur de Kazajistan, Kirguistan, Tayikistan y Xinjiang, China. También la verdolaga (Portulaca oleracea) procede de la India, Oriente Medio y Sur de Europa. 

Si se llegara a aplicar el criterio de derribar todo árbol no  nativo, sufriríamos mucho. Cada especie tiene su sentido y debe haber más razones que su extranjería. 

La casuarina que bautizamos como pino, pero no es tal, fue traída a México, a principios del siglo XX, por el Ing. Miguel Ángel de Quevedo para  cultivarse en los médanos del Golfo de México y proteger la costa (ver Wikipedia). Este  llamado “pino” es originario de las Islas Andamán (India) y las costas marítimas desde el sur de Bangladesh, Myanmar, Tailandia y Malasia hasta las áreas subtropicales de Australia, Melanesia, Micronesia, las Filipinas y la Polinesia. 

Los estudiosos advierten que la casuarina “altera radicalmente la luz, temperatura y la composición química del suelo del hábitat costero, desplazando e inhibiendo el crecimiento de otras especies de plantas y destruyendo el hábitat de insectos y otros animales e incluso puede causar problemas respiratorios y reacciones alérgicas en seres humanos (Rentería et al., 2007). 

Del “Gigante” (Eucalipto) se sabe que sirvió de sombra al monstruo de Tasmania (el de las caricaturas). Y se han invertido millones de dólares en su plantación (Argel, Cádiz, Córcega) por su rápido crecimiento y sus bondades para desecar —al tiempo— zonas pantanosas propicias para el paludismo (malaria). 

Su introducción a México fue promovida en 1874 por el Consejo Superior de Salubridad, organismo que a través del Dr. De Bellina estimó que con 52 millones 650 árboles de eucalipto  se mejorarían las condiciones sanitarias del valle de México. El “Gigante” —eucalipto— tiene sus lados amables. Lo sabe la gente de escasos recursos económicos, la del Seguro Popular o INSABI cuando enferma de tos. 

La literatura alude a algunas propiedades medicinales del eucalipto: las hojas son anticatarrales, balsámicas y expectorantes; tiene poder antiséptico además de febrífugo; reduce los niveles de azúcar en el plasma sanguíneo; y, por su poder antiséptico y su agradable aroma se usa en multitud de preparados industriales para combatir los resfriados

Por eso, antes de encender la Bosch, Einhell, Husquarna  para derribar un árbol, debe contarse con un plan de manejo o, al menos diseñar una idea para no talar sólo porque los abuelos del eucalipto  están sepultados en otro continente. 

Más dudas  

Siendo un parque nacional, ¿Quién es el responsable de su manejo? ¿Cómo logran ponerse de acuerdo el Patronato, la Comisión Nacional del Agua, las autoridades ambientales federales, estatales y municipales? ¿Por qué es necesario preservar especies de árboles, arbustos y otras plantas  que sean endémicas -nativas? Y, cómo evitar (o ya no tiene sentido) que el cuerpo de agua sea invadido por mojarras tilapias procedentes de Africa? En México se cultivan ocho tipos: tilapia herbívora, tilapia del Nilo, tilapia Stirling, tilapia blanca, tilapia de Mozambique, tilapia naranja, tilapia mojarra y tilapia roja de Florida (SADER, 26-01-2016, acceso 8-09-2022). 

Bien, sin ahondar en los peces y otros organismos del área natural protegida de Camécuaro, hay temas que el gobierno no puede postergar: el plan de manejo, ¿el estudio elaborado por colegas del CIIDIR-IPN de Jiquilpan ya fue autorizado? De ser así, por qué NO aparece en la pagina de Semarnat? 

Si el plan de manejo no es un documento “estratégico” cuya divulgación ponga en peligro a Tangancícuaro, o al país ¿por qué se guarda con tanta secrecía? 

Un poco más directamente: ¿Qué tipo de edificios se construyen en el entorno del lago? ¿Un auditorio, más locales para comerciantes? ¿Se redistribuirán las concesiones? 

2. OMISIONES Y TRANSGRESIONES EN EL LAGO VENTURA 

Nunca se repetirá lo suficiente para generar conciencia y para convencer a los funcionarios y gobernantes que cumpla sus deberes. Así que estamos de nuevo fastidiando sobre algunas irregularidades cometidas en la construcción del Lago Ventura. 

Resaltamos “un pequeño error” en la ubicación de la demolición número 2012378 sin pagos al municipio “excenta (sic) con fecha 13 de julio de 2012. 

En el texto dice: “Demolición de estructura de concreto armado y muros de tabique de una edificación que tenía uso como casa de la cultura con una superficie de 1,345 m2 (…) deberá ejecutarla de 10:00 PM a las 6:00 AM para evitar molestias al Centro de Salud por el ruido y vibraciones que se originen por el equipo mecánico y manual (…) y deberá colocar tapiales de protección y señalización para seguridad de transeúntes”. 

En esta “licencia de construcción” núm. 2012378 firman, como director de Planeación y Desarrollo Urbano, la arq. Laura G. Méndez Corona, subdirector de autorizaciones, arq. Mario Alberto Escobar Ochoa. También se asienta el nombre del responsable de la obra, Juan Carlos Guerrero Arévalos I.C. (Vasco de Quiroga no. 68, Jacona) se menciona como propietario a “gob.Federal comodatario – Patronato pro construcción dela obra inconclusa A.C.”. Aquí aparece el nombre de la Sra. Martha Linares Ascencio Presidenta del Patronato. 

En ese formato no precisa anexar escrituras, comprobante de predial, comprobante de agua ni de número oficial y un detalle interesante es indicar como ubicación la esquina N. Héroes y J. Sierra que corresponde al Centro de Salud y no a la Casa de la Cultura. De igual manera, el croquis localiza el sitio de demolición en J. Sierra y Niños Héroes, un polígono de 45 por 38 metros. En tales calles se ubica el Centro de Salud, no la Casa de la Cultura.

Sin posesión legal del predio, menos licencia de construcción 

La construcción del Lago Ventura cursa por un largo rosario de irregularidades. Primero, al no contar con un documento formal que acredite la posesión legal (propiedad), no cumple el requisito básico para obtener licencia (permiso) de construcción. Entonces, la inmobiliaria de Raúl Ventura Navarro carece de: número oficial, acotamiento, permiso para materiales (arena, grava, escombro), excavación, demolición, etc. Tampoco cumple el requisito elemental de contar con el dato público del perito (ingeniero civil, maestro albañil, alguien) responsable de la obra colocado en un punto visible. 

Con esos faltantes, ¿Cómo lleva a cabo una excavación de ese tamaño? ¿Serán 5,100  metros cúbicos estimados a partir de una superficie de 1,700 m2 por 3 metros de profundidad? Si no tiene el visto bueno del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAZ), ni de la Comisión Nacional del Agua o de algún plomero certificado, ¿Cómo extrae 50.4 metros cúbicos por hora desde la primera semana de abril y los tira al drenaje tranquilamente? 

Agua subsuelo

No sabemos cuánto líquido extrae esa buena bomba, pero por el diámetro de la manguera se puede estimar un gasto de 14 litros por segundo (LPS) equivalentes a 50.4 metros cúbicos cada hora. Así, bajo jornadas mínimas de 6 horas diarias, de inicios de abril a la primera semana de septiembre (125 días hábiles), sumaríamos 37,800 metros cúbicos tirados al drenaje, al estilo del “Titanic”. 

Aplauso entre familia, Conflicto de intereses 

El 22 de agosto, el gobierno municipal, el buen gobierno, monta un show al que llama supervisión  “con la intención de verificar que el proyecto de la Sacristía del Santuario Guadalupano sea llevado a cabo sin generar afectaciones presentes o futuras, que cumpla con los requerimientos técnicos necesarios” etc. etc. 

Los “supervisores” invitados al punto de excavación fueron: Aldo Navarro, regidor de obras públicas; Carlos Mireles, regidor de ecología; Francisco Avalos, director de planeación urbana; una persona en representación del Patronato Pro Santuario; Raúl Ventura Navarro, presidente del Patronato y promotor del lago; una representación del Consejo del Centro Histórico. También asisten directivos del Colegio de arquitectos y del Consejo Municipal de Ecología. 

Montado el show hacen circular la fotografía con la leyenda “ para poder dar continuidad y que esta obra en ningún momento genere afectaciones para los zamoranos”. Siempre cultivando la imagen de un acuerdo de los presentes.  

¡Y cómo no! ¿Se esperaría que Aldo Navarro, Carlos Mireles, Francisco Avalos y el propio Raúl Ventura cuestionaran una construcción tan marcada por la ilegalidad? 

Meses antes nos trataron de “ver la cara” diciendo que el relleno parcial de roca y granzón tenía como finalidad “controlar el mosquito”. Obvio que la rampa hecha de roca y granzón era para facilitar la obra. 

Al inicio del mes patrio retiraron la bomba, luego la máquina de demolición y la oruga. Dos semanas sin trabajar en el lago Ventura. 

¿Qué sigue? ¿Defenderá el gobierno estatal -el de la 4 Transformación- el patrimonio social? ¿Echarán al Centro de Salud para entregar más bienes públicos al alto clero? 

Todo puede esperarse cuando el poder público -civil- y los negocios privados y eclesiales son la misma cosa. Omisión y transgresión son parte sustancial de los buenos gobiernos de la 4 Transformación cuando no hay organizaciones de la sociedad civil que actúen como contra peso. 

*J.Luis Seefoó Luján, es colaborador de Zamora Despierta. Doctor en Desarrollo Regional por la UdeG y profesor investigador del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán. seefoo@colmich. edu.mx. El contenido de este artículo es responsabilidad de su autor/a.

No es noticia, pero conviene saber … 

J. Luis Seefoó Luján* /Zamora Despierta

El estado de los ecosistemas y su relación con la salud de las personas no es noticia. Un equipo de investigadores de varias universidades, organizaciones ciudadanas y del Consejo Estatal de Ecología del estado de Michoacán, nos advierte de  trastornos a la salud relacionados con desequilibrios medio ambientales; llaman la atención hacia el incremento en los casos de insuficiencia renal crónica, de leucemia en menores de edad, trastornos hepáticos vinculados con la proliferación de algas así como los más comunes problemas gastrointestinales. 

Ocupados y preocupados en evaluar los impactos socio ambientales del uso del Glifosato en las cuencas de Pátzcuaro y Chapala, nuestros colegas Emma Lorena Iglesias-Mancera,, Jaime Fernando Navia-Antezana, Luis José Yudico-Anaya, Antonio Rodríguez-Valencia y Omar Roberto Gutiérrez-Zavala, en la voz y entusiasmo de la bióloga Ana Elisa Martínez del Río, expusieron parte de su investigación en el Foro del Agua organizado por el Consejo de la Fresa y El Colegio de Michoacán, en ocasión del Día Mundial del Agua. 

Dicha reunión, la primera que organizamos de modo presencial post pandemia del Covid19, tuvo lugar en la Comunidad Agraria de Zamora el pasado 22 de marzo, con exposiciones de investigadores de la Universidad de la Ciénega, El Colegio de Michoacán, la Universidad Michoacana, Nacional Autónoma de México, productores agrícolas y directivos de la Comisión Nacional del Agua. 

De lo expuesto en el Foro del Agua, trataremos de difundir información relevante para la vida de las personas y para la toma de decisiones por parte de los políticos profesionales que gastan una buena porción de nuestros impuestos. Empezamos esta serie con el marco general que ofrecen Ana Elisa Martínez y colegas en su material bautizado como “Paisajes Lacustres y Salud e Michoacán”. 

Rica producción agrícola y bajo nivel de bienestar 

La actividad económica predominante en la Región Hidrológico-Administrativa VIII Lerma-Santiago-Pacífico es la agricultura, la cual emplea el 82% de los 15,012 hectómetros cúbicos concesionados en su mayoría a 15 Distritos de Riego que, para el ciclo 2012-2013, cosecharon en 386,515 hectáreas una producción del orden de 7’166,858 toneladas de granos, frutas y hortalizas con un valor superior a 14 mil millones de pesos. Sin embargo, esta rica y basta producción contrasta con el pobre desempeño de los indicadores que dan cuenta del grado de conservación de sus recursos naturales y de los niveles de bienestar de sus habitantes (Martínez del Río, ponencia 22-03-2022). 

Avance hacia el colapso  

Indicios del desequilibrio ambiental que aún podrían revertirse en la cuenca y que tienen expresiones en el Duero son: 

a). La cuenca Lerma-Santiago consume más agua de la que logra captar, es deficitaria; 

b). El 95 %  de los cuerpos de agua superficial reciben descargas de aguas residuales  (municipal o industrial) sin tratamiento, de tal manera que la inmensa mayoría (80 %) de ríos, lagos y mantos acuíferos sufren algún grado de contaminación; 

c). La mala calidad del agua (presencia de coliformes) ha incentivado el aprovechamiento de agua subterránea sin ningún plan ni regulación. Agua con coliformes (contaminación con excremento humano) es agua entubada, no potable; 

d). Alrededor del 75 % del suelo agrícola en Michoacán se encuentra fuertemente degradado. 

e).  El clima regional ha cambiado. Jiquilpan, en 15 años ha pasado de templado a mediterráneo. La variación de la temperatura promedio en  Zamora y su región habla la “migración” de fresa hacia tierras más altas y con menor deterioro de insectos; 

f). Las plagas y enfermedades agrícolas han aumentado (Paratrioza, papa y jitomate; Tetranichus conocida como “araña de dos puntos” en  fresa; neopestalotiopsis, berris); mientras la actividad apícola ha disminuido (decrecimiento del 90 %, región Ciénega, 2016), con efectos en los servicios de polinización;  

g). En México se comercializan y utilizan sustancia que por su peligrosidad han sido prohibidas en otros países (Imidacloprid y otros Neonicotinoides) 

h). Los casos de insuficiencia renal crónica ha crecido a razón del 600 % en municipios como Los Reyes, Sahuayo, Venustiano Carranza. Se reportan también alta incidencia de leucemia en menores de edad en la zona de Pátzcuaro y Zirahuén, lo mismo trastornos hepáticos vinculados a la proliferación de las algas del género Microcystis.  

g). No existe en el estado de Michoacán personal ni infraestructura médica especializada (sistema de salud pública) para la atención toxicológica (en Michoacán hay solo 3 toxicólogos -práctica privada). 

Escasas acciones efectivas de mitigación 

A estos problemas, nuestra ponente y colegas, agregan que a estas alteraciones se suman diversas lagunas de información que impiden dimensionar el problema y focalizar acciones de control o mitigación del riesgo.  En el estado de Michoacán no contamos con: 

1). Esquemas regionales de monitoreo permanente de fuentes contaminantes fijas. Tampoco se mide con regularidad los aforos de manantiales, la profundidad de la que se extrae agua de los pozos. 

2). Sistemas integrales de monitoreo de la salud de los ecosistemas; se ignora o se conocen parcialmente el estado de los cuerpos de agua (Presa de Alvarez, Urepetiro); ni de las selvas bajas del Encinal, La Beatilla, etc. 

3).Sistemas de vigilancia epidemiológica para identificar casos de intoxicación crónica. Ni de las intoxicaciones agudas. 

4). Suficientes plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas. Jacona y Tangancicuaro vierten sus aguas servidas directamente al río Duero. 

5). Inventario de las sustancias utilizadas en la agricultura e industria, ni información sobre dónde y qué cantidades se utilizan, así como un padrón actualizado de comercializadoras de agroquímicos y sustancias. De igual modo, no hay coordinación entre empresas introductoras de plaguicidas y sector salud. 

6). Procedimientos estandarizados para verificar que los productos agrícolas comercializados en México no rebasen los límites máximos permitidos de residuos de plaguicidas y otros contaminantes. 

7). Suficientes centros de acopio y disposición de residuos plásticos peligrosos (material en contacto directo con agrotóxicos como envases vacíos y plásticos de acolchado macro túnel).  

8). Censo de pozos, ollas y tomas de agua y  registro (público) de la cantidad real de hectáreas cultivadas y/o cubiertas de concreto con o sin  cambio legal de uso de suelo.  

9 ). Mecanismos eficientes para determinar el daño ambiental causado por particulares (el que contamina paga), así como esquemas para resarcir el daño.  

10). Programas eficientes de estímulos a la producción sustentable y/o conservación de ecosistemas. 

¿Sólo quejas en el Foro del Día Mundial del Agua? 

Pese al dominio del interés económico sobre el interés por la salud pública, la equidad, la paz y la conservación de los ecosistemas, es factible generar información y promover la participación de las comunidades afectadas en la toma de decisiones de política pública. En esta y subsiguientes colaboraciones discutiremos asuntos que agricultores, funcionarios del agua y académicos expusieron al público el 22 en el auditorio de la Comunidad Agraria. 

*J.Luis Seefoó Luján, es colaborador de Zamora Despierta. Doctor en Desarrollo Regional por la UdeG y profesor investigador del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán. seefoo@colmich. edu.mx. El contenido de este artículo es responsabilidad de su autor/a.