Con fecha del 17 de junio de 2015 el diario El Independiente daba razón de las severas irregularidades en la clínica del ISSSTE de la ciudad de Zamora, Michoacán: «la situación en el hospital sigue sin mejorar, pues incluso hay espacios donde dijeron se han visto ratas, cucarachas y alguno que otro insecto, además de que en el quirófano se trabaja bajo condiciones insalubres con polvo, no se tienen los insumos necesarios, hay desabasto de medicamento y el poco equipo existente ya es obsoleto, pues tiene 25 años de funcionamiento”.
El rotativo añade que estas exigencias fueron manifestadas por parte del personal de la clínica, al lado de la petición reiterada para la destitución del director en turno, en ese entonces Pablo Javier Montaño Martínez. En fechas recientes, el director de esta institución ha sido sustituido, pero las irregularidades y el desabasto continúan.
“Estamos trabajando sin jeringas y no tenemos material para aplicar los medicamentos a los pacientes”, denunciaron para ZD representantes del personal de enfermería quienes prefieren guardar el anonimato. Refirieron que el desabasto es constante y tienen que solicitar insumos a las clínicas del IMSS o al Hospital Regional. “Hemos tenido que reutilizar jeringas porque no hay material suficiente. Y después nos reclaman por los protocolos de seguridad, muchas prefieren cruzarse de brazos y no trabajar, aunque la prioridad siempre deberían ser los pacientes”.
Reconocen que en gran medida, el desabasto obedece a problemas de administración, porque no se consulta al personal de enfermería, que es el que mantiene el trato directo y continuado con el paciente, sobre las necesidades reales de insumos. No hay previsión, insisten, para el correcto abastecimiento de materiales, y se terminan antes de tiempo. “Mientras en el ISSSTE hay escasez, en el Hospital Regional constantemente se desecha material caduco”, expresaron.
Aunque el personal de enfermería afirma que desde octubre de 2015 a la fecha la situación ha empeorado, reconoce que el desabasto tiene un antecedente remoto. «Ante la emergencia los familiares del paciente terminan comprando el material clínico que necesitamos. Lo anterior sin contar que en el área de medicina preventiva del Sector Salud en general, hace años que hay desabasto de vacunas, por citar lo más elemental».
El personal de enfermería denunció además la falta de seguridad en la clínica, pues no hay vigilancia responsable que sea capaz de evitar los hurtos tanto al personal, como a los pacientes y a sus familiares. Otro de los graves problemas es la falta de mantenimiento e higiene, pues los recortes también redujeron el personal encargado de estas tareas.
Se trata de un caso particular en una de las clínicas del ISSSTE, sin embargo, estas problemáticas se reproducen -y son cada vez más evidentes- en todas las clínicas del sector salud como una forma de ejercer presión para la privatización del sector, una medida que perjudicará -y ya lo está haciendo- severamente a toda la población mexicana.
El 24 de mayo de 2016, la agencia de noticias Quadratín difundía las declaraciones del delegado del ISSSTE en Michoacán, Adrián Avellaneda, negando el desabasto de medicamentos en la dependencia que se viene denunciando por lo menos desde 2011, cuando el titular de la SSA, en ese entonces José Ángel Córdova, reconoció un déficit de 20% en medicamentos en el sector. Denuncias similares han generado protestas no sólo en Michoacán, sino en otros estados como Coahuila, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas o Yucatán. Aún así, el desabasto de medicamentos ha sido una constante en el sector salud que ha prevalecido durante años, sin que se preste la atención debida a esta severa deficiencia.